En 1842, Michael Thonet dejó Boppard para establecerse en Viena, aceptando la invitación del canciller austriaco Metternich, que había visto sus productos en la Exposición de la Sociedad de Amigos de las Artes de Coblenza, para que desarrollara su patente en Austria. En 1853 fundó en Viena la empresa «Gebrüder Thonet» junto con sus cincos hijos.

En ese período nacieron productos como la silla «N.1» diseñada para el famoso edificio Schwarzenberg de Viena, y que está considerada la silla «tipo» Thonet, de la que derivaron luego innumerables modelos hasta llegar a la silla N.14. Los conocimientos tecnológicos y productivos de alto nivel, la difusión de los productos y la reputación de la empresa llevaron a los arquitectos vieneses más importantes a diseñar nuevos productos. Otto Wagner creó el mobiliario para la Postsparkasse, Adolf Loos diseñó la silla para el Café Museum y escribió en 1895:
«Cuando estaba en América comprendí que la silla Thonet es la silla más moderna que existe».
En 1911 el catálogo Gebrüder Thonet contaba con 980 modelos distintos.

Al final de la Segunda Guerra Mundial nacieron unidades de producción independientes en varias naciones que desarrollaron empresas distintas. En Austria, la tierra natal de Gebrüder Thonet, algunos descendientes de Michael Thonet, incluidos su bisnieto Fritz Jakob Thonet y sus hijos Evamarie Thonet y Richard Thonet, reactivaron la empresa.
Después de la guerra, tuvieron que empezar desde cero, con poco más que pasión y conocimiento de los muebles. La actividad se reanudó en Viena en uno de los antiguos almacenes de Gebrüder Thonet.
A partir del 1948 Frizjacob, Richard y Evamarie alquilaron una fábrica en Rohrau, Steiermark, antes de construir su planta de producción en Friedberg, en 1962. En 1976 la sociedad cambió de nombre en Gebrüder Thonet Vienna.

Piezas míticas en términos de forma y calidad del procedimiento, como la silla N.14, fabricada en más de 50 millones de ejemplares entre el 1850 y el 1930, consiguen emocionar y atraer todavía en la actualidad a nuevas generaciones. GTV es capaz de combinar siempre tradición e innovación, investigación continua de nuevas formas y de alto contenido de diseño, sobriedad y versatilidad de uso.
«GTV es, por tanto, una empresa abierta al futuro, que utiliza los valores y las experiencias del pasado para plasmar una colección que refleja la evolución de nuestro tiempo.»

El valor intrínseco, material e inmaterial, de la colección GTV se expresa en la marca Wiener GTV Design, grabado en una moneda incrustada en la estructura de cada pieza. Se trata de un detalle de valor que certifica la autenticidad, originalidad y calidad en equilibrio estable entre industria y artesanía de alta gama. La inspiración para este detalle exclusivo es la moneda con la efigie de la marca, que históricamente se utilizaba internamente en las plantas de producción Thonet en toda Europa.